martes, 7 de junio de 2011

LOS 7 PRINCIPIOS DE LA VERDAD


1*- Dios es Uno solo y es el mismo para todos, El Hombre fue hecho "a imagen y semejanza" de Dios. El hombre puede crear utilizando materiales pero no va a juntar el alma con el espíritu.
2*- Por qué a veces creamos situaciones negativas o desfavorables; por qué atraemos a personas que nos mienten, nos engañan, nos roban dinero, y demás?. La comprensión de este principio es la clave para encontrar soluciones a esos problemas, Como ser proactivo y como llegar ser ordenados, responsables en nuestra vida.
3*- Vivimos en un Universo mental: "Aquello que llegamos a Creer es lo que se manifiesta en nuestra vida". La mente humana está dividida básicamente en dos partes: la Consciente y la Inconsciente. Esto significa que en el Universo donde vivimos no existe nada que sea totalmente firme o estable. Todo se encuentra en un continuo movimiento, una continua vibración y transformación. En nuestro orden personal, la vida nos empuja siempre a vivir de una manera mejor. Las crisis aparecen cuando permanecemos rígidos o inflexibles en una posición.
4*- Polaridad se encuentra justo en el centro de nuestra vida. La comprensión del mismo permite producir grandes cambios en la vida.
5*- Todo fluye y refluye, todo tiene un movimiento similar al de las olas, el cambio de vida como los cambios de humor se dan en el mismo día; uno se siente optimista y alegre, y al rato, triste y preocupado.
6*- Toda causa tiene su efecto, todo efecto tiene su causa; por ejemplo un joven libertino tiene intimidad con una señorita de la calle que tiene ETIS, pensamos cual es el efecto que será contagiado.
7*- La generación, está muy relacionado con el de polaridad porque habla de dos energías opuestas, pero se diferencia de aquél porque se refiere exclusivamente al proceso de creación. Las características y energías son diferentes como los cambios físicos.
Giordano Bruno
(1548 - 1600)





En el año 1548 nació un niño italiano en el pequeño pueblo de Nola, no lejos del Vesubio, al que le dieron por nombre Giordano Bruno. Aunque pasó la mayor parte de su vida en países hostiles y extranjeros, volvió a su hogar al fin de sus viajes y después de haber escrito casi veinte libros.

Cuando tenía trece años comenzó a ir a la escuela en el Monasterio de San Domingo. Era un lugar famoso. Tomás de Aquino, él también un dominico, había vivido y enseñado allí. En pocos años Bruno se hizo sacerdote dominico.

No pasó mucho tiempo antes de que los monjes de San Domingo comenzaran a aprender algunas cosas sobre el extraordinario entusiasmo de su joven colega. Era franco, abierto y para nada reticente. No pasó mucho antes de meterse en problemas. Era evidente que a este muchacho no se le podía forzar a encajar en la rutina dominica. Una de las primeras cosas que un estudiante debe aprender es dar al maestro las respuestas que el maestro quiere. El maestro promedio es el preservador de los antiguos hitos. Los estudiantes son su audiencia. Aplauden, pero no deben innovar. Deben aprender a trabajar y a esperar. No fue la conducta de Bruno sino sus opiniones lo que lo metió en problemas.

En 1581 Bruno fue a París y comenzó a dar conferencias sobre filosofía. No era poco común que los académicos vagaran de aquí para allá. Hizo contactos fácilmente y logró interesar a todos los grupos con los que se contactó con el fuego de sus ideas. Su reputación llegó a oídos del rey Enrique III, quien sintió curiosidad acerca de esta nueva atracción filosófica. Enrique III tenía curiosidad por averiguar si el arte de Bruno era el del mago o el del hechicero. Bruno se había hecho una reputación como mago que podía inspirar una mayor retención de memoria. Bruno satisfizo al rey mostrándole que su sistema se basaba en el conocimiento organizado. Él encontró un patrón en Enrique III, lo cual tuvo mucho que ver con el éxito de su corta carrera en París.

Fue alrededor de esta época que una de las primeras obras de Bruno fue publicada, “De Umbras Idearum” (Las Sombras de las Ideas) al cual le siguió prontamente “Ars Memoriae” (El Arte de la Memoria ). En estos libros mantenía que las ideas son sólo sombras de la verdad. La idea era extremadamente novedosa en ese momento. En el mismo año produjo otro libro: "Breve Arquitectura del Arte de Lull" con su "Compleción". Ramón Lull había tratado de probar los dogmas de la iglesia por medio de la razón humana. Bruno niega el valor de tal esfuerzo mental. Señala que el cristianismo es enteramente irracional, que es contrario a la filosofía y que está en desacuerdo con otras religiones. Observa que lo aceptamos por la fe; que la revelación,
como se la llama, no tiene base científica.

En su cuarta obra elige a la hechicera homérica Circe, que convertía a los hombres en bestias, y hace que Circe discuta con su doncella un tipo de error que representa cada bestia. El libro “Cantus Circaeus” (El encantamiento de Circe) muestra a Bruno trabajando con el principio de asociación de ideas, y cuestionando continuamente el valor de los métodos tradicionales de conocimiento.

En el año 1582, a la edad de 34 años, escribió una obra, “Il Candelaio” (El Candelero). Muestra a un hacedor de velas que trabaja con sebo y grasa y luego tiene que salir a vender su mercancía a los gritos: "Contempla en la vela que lleva este candelero, a quien doy a luz, aquello que clarificará ciertas sombras de ideas... No hace falta que te instruya en mi creencia. El tiempo todo lo da y todo lo quita; todo cambia pero nada perece. Uno solo es inmutable, eterno y dura para siempre, uno y el mismo consigo mismo. Con esta filosofía mi espíritu crece, mi mente se expande. Por ello, no importa cuán oscura sea la noche, espero el alba, y aquéllos que viven en el día esperan la noche. Por tanto, regocíjate, y mantente íntegro, si puedes, y devuelve amor por amor."

Llegó un momento en que la novedad de Bruno se desgastó en Francia, y sintió que era hora de seguir adelante. Fue a Inglaterra a comenzar de nuevo y a encontrar una nueva audiencia. No logró hacer contacto académico con Oxford. Oxford, como otras universidades europeas de la época, rendía reverencia académica a la autoridad de Aristóteles. Mucho se ha escrito sobre cómo la Edad Media fue estrangulada por la mano muerta de Aristóteles. No eran los métodos de Aristóteles ni la mente capaz de Aristóteles lo que se cuestionaba sino la autoridad de Aristóteles. Una cosa debía ser creída porque Aristóteles la había dicho. Era parte del método de Bruno el objetar, a su manera enérgica, a que se lo obligase a uno a tragarse sin protestar ciertas afirmaciones porque Aristóteles las hubiera hecho, cuando eran obviamente diferentes a la experiencia en vivo de los sentidos que la ciencia estaba produciendo.

En su obra " La Cena del Miércoles de Cenizas", la historia de una cena privada con invitados ingleses, Bruno difunde la doctrina copernicana. Se le había ofrecido al mundo una nueva astronomía de la cual la gente se reía porque estaba en desacuerdo con las enseñanzas de Aristóteles. Bruno llevaba adelante una entusiasta propaganda con ánimo de pelea. Entre los años 1582 y 1592 no había apenas ningún maestro en Europa que difundiese persistente, abierta y activamente las nuevas sobre el universo que Copérnico había dibujado, excepto Giordano Bruno. Un poco más tarde, otro personaje aún más famoso iba a hacerse cargo de la tarea: Galileo Galilei.
Nicolás Maquiavelo
(1469-1527)



Maquiavelo es un pensador, pero sin un sistema filosófico concreto, un humanista con nostalgia de la grandeza de la antigua Roma; patriota, sin principios éticos y oportunista. Si Tomás Moro es un idealista, Maquiavelo está en el extremo opuesto. No se distinguió ni por su amor ni por su respeto a sus semejantes. Procurar el bien moral o material del pueblo quedaba relegado frente al objetivo de afianzar el poder del déspota. Los dos valores centrales del Renacimiento: racionalidad y libertad se aplican también a la visión renacentista de la sociedad y del pensamiento. El progreso en la historia depende de la acción del hombre y no de la intervención divina. Para pensadores como Pico y Campanella el hombre es capaz de construir racionalmente una sociedad de seres libres e iguales: el orden político ha de ser el reflejo de estos valores. Maquiavelo rechazó cuanto fuera idealismo y teoría y aplicó el sentido práctico. La política nada tenía que ver con la moral, la ética o la religión.

Nacido y muerto en Florencia de familia más noble que acaudalada. Poco se sabe de la primera época de su vida. Recibió una sólida educación humanística, basada en el estudio de los clásicos latinos e italianos. En 1498 ocupa sus primeros encargos en la Señoría florentina, al servicio de la República: secretario de la Segunda Cancillería y, después, en le consejo de los Diez de Balía. En 1499 Es encargado de diversas misiones diplomáticas en Piombino, Forlí e Imola. Se encarga de la dirección de la guerra contra Pisa y redacta un discurso ante los Diez sobre la campaña. Se casa en 1501 con Marietta Corsini. Del matrimonio nacerán cuatro hijos varones y dos hembras. Sirvió como embajador del francés Luis XII, del emperador Maximiliano y (en Urbino) de César Borgia, de quien se erigió en el amigo de confianza. En 1512, al ser exonerado Piero Soderini, gonfaloniero de Florencia, por el cardenal Julio de Médicis, Maquiavelo perdió su puesto en la secretaría de estado. Las tropas de Ramón Folch de Cardona habían ocupado la Toscana y el 31 de agosto Sorderini huye de Florencia. Al día siguiente se celebra la restauración de los Médicis en el poder. Por dos decisiones fechadas el 7 y el 10 de noviembre cesa en su cargo de secretario de los Diez. Es encarcelado y torturado por sospechoso de la conjura de Bóscoli contra los Médicis. Tras ser liberado se retiró con su mujer y cuatro hijos a Albergaccio, cerca de San Casciano y Florencia. En una famosa carta que dirigió al representante florentino en Roma, Francesco Vettori (10/12/1513), describe la vida, más bien rústica, que llevaba: después de pasar el día cazando y charlando con los labriegos del lugar, dedicaba las veladas a escribir y leer historia. Le comunicó también la finalización del tratado De Principatibus, escrito en una interrupción de su Discursos sobre la primera década de Tito Livio. Finalmente recuperó parte del favor perdido y en 1520 recibió el encargo de escribir la historia de Florencia. El puesto de cronista está integrado en la Señoría pero es secundario. Dedicó esta obra, Istorie fiorentine, a Julio de Médicis, que había ascendido al trono pontificio con el nombre de Clemente VII. Seis años más tarde le confió el papa la inspección de las fortificaciones de Florencia. En 1527, año convulso para los territorios italianos, en el que las tropas de Carlos V saquean Roma, los Médicis huyen de Florencia y los sustituye un gobierno del partido aristocrático. Maquiavelo no fue considerado lo bastante hostil a los Médicis para seguir ocupando el cargo. Enfermo de pena, según se dice, por el giro de los acontecimientos, murió el 21 de junio de ese año.
Nicolás Maquiavelo
(1469-1527)

Maquiavelo es un pensador, pero sin un sistema filosófico concreto, un humanista con nostalgia de la grandeza de la antigua Roma; patriota, sin principios éticos y oportunista. Si Tomás Moro es un idealista, Maquiavelo está en el extremo opuesto. No se distinguió ni por su amor ni por su respeto a sus semejantes. Procurar el bien moral o material del pueblo quedaba relegado frente al objetivo de afianzar el poder del déspota. Los dos valores centrales del Renacimiento: racionalidad y libertad se aplican también a la visión renacentista de la sociedad y del pensamiento. El progreso en la historia depende de la acción del hombre y no de la intervención divina. Para pensadores como Pico y Campanella el hombre es capaz de construir racionalmente una sociedad de seres libres e iguales: el orden político ha de ser el reflejo de estos valores. Maquiavelo rechazó cuanto fuera idealismo y teoría y aplicó el sentido práctico. La política nada tenía que ver con la moral, la ética o la religión.

Nacido y muerto en Florencia de familia más noble que acaudalada. Poco se sabe de la primera época de su vida. Recibió una sólida educación humanística, basada en el estudio de los clásicos latinos e italianos. En 1498 ocupa sus primeros encargos en la Señoría florentina, al servicio de la República: secretario de la Segunda Cancillería y, después, en le consejo de los Diez de Balía. En 1499 Es encargado de diversas misiones diplomáticas en Piombino, Forlí e Imola. Se encarga de la dirección de la guerra contra Pisa y redacta un discurso ante los Diez sobre la campaña. Se casa en 1501 con Marietta Corsini. Del matrimonio nacerán cuatro hijos varones y dos hembras. Sirvió como embajador del francés Luis XII, del emperador Maximiliano y (en Urbino) de César Borgia, de quien se erigió en el amigo de confianza. En 1512, al ser exonerado Piero Soderini, gonfaloniero de Florencia, por el cardenal Julio de Médicis, Maquiavelo perdió su puesto en la secretaría de estado. Las tropas de Ramón Folch de Cardona habían ocupado la Toscana y el 31 de agosto Sorderini huye de Florencia. Al día siguiente se celebra la restauración de los Médicis en el poder. Por dos decisiones fechadas el 7 y el 10 de noviembre cesa en su cargo de secretario de los Diez. Es encarcelado y torturado por sospechoso de la conjura de Bóscoli contra los Médicis. Tras ser liberado se retiró con su mujer y cuatro hijos a Albergaccio, cerca de San Casciano y Florencia. En una famosa carta que dirigió al representante florentino en Roma, Francesco Vettori (10/12/1513), describe la vida, más bien rústica, que llevaba: después de pasar el día cazando y charlando con los labriegos del lugar, dedicaba las veladas a escribir y leer historia. Le comunicó también la finalización del tratado De Principatibus, escrito en una interrupción de su Discursos sobre la primera década de Tito Livio. Finalmente recuperó parte del favor perdido y en 1520 recibió el encargo de escribir la historia de Florencia. El puesto de cronista está integrado en la Señoría pero es secundario. Dedicó esta obra, Istorie fiorentine, a Julio de Médicis, que había ascendido al trono pontificio con el nombre de Clemente VII. Seis años más tarde le confió el papa la inspección de las fortificaciones de Florencia. En 1527, año convulso para los territorios italianos, en el que las tropas de Carlos V saquean Roma, los Médicis huyen de Florencia y los sustituye un gobierno del partido aristocrático. Maquiavelo no fue considerado lo bastante hostil a los Médicis para seguir ocupando el cargo. Enfermo de pena, según se dice, por el giro de los acontecimientos, murió el 21 de junio de ese año.